Armando ;D

por "Vitamin" A. Miér Abr 30, 2014 9:35 pm

Nombre: Douglas Alphonse Black, mejor conocido como Doug o "Vitamin", que fue su alias cuando formaba parte de la mafia.
Edad: Actualmente cuenta con veintisiete años, aparentes y reales.
Género: Masculino.
Clase: Infernal.
Tipo: Ángel Caído.
Descripción: Es alto, es lo primero que notas. Tal vez esté rozando el metro noventa. Siempre tuvo eso de tener que mirar a los demás desde arriba, aunque jamás (a excepción de su niñez) lo hizo con un sentido prepotente. Incluso tiende a encorvarse un poco para poder hablar más tranquilo con las personas que son más bajitas que él, pero fuera de eso, le gusta mantener una postura correcta y no está equivocado el que dice que Doug tiene porte. Es un alma bastante seria, lo notas al instante por su forma de moverse y pararse, aunque en especial por la expresión tranquila de su rostro. De ojos verdes cristalinos, hermosos y profundos. Su piel es clarísima, casi blanca como la nieve, pero aún así suave y casi carente de cicatrices a la vista. En ella traza los patrones de sus tatuajes, y esa tarea es específicamente de él. Todo aquello resalta el color dorado de su cabello, brillante y suave, que no pareciera, pero se lo cuida con mucho ahínco.
Es de contextura delgada, aunque su espalda es ancha. Eso sí, no es un flacucho que se quebrará en dos al primer soplo del viento. Douglas tiene un cuerpo debidamente ejercitado, pues no ha abandonado sus rutinas, y no lo hará mientras viva. Su debido entrenamiento le ha perfilado un cuerpo masculino donde se pueden vislumbrar no de una manera exagerada pero normal y agradable a la vista, su musculatura. A su buen físico siempre lo enfunda en ropas oscuras, siempre sobretodos y pantalones negros y camisetas sin mangas blancas. Nunca ha sido muy rebuscado en lo que a moda refiere. Es un ser que se mueve con cuidado y delicadeza, puede asemejarse a un sigiloso felino, por lo menos, cuando se trata de trabajo que lo requiere. De ahí en más, es una persona sumamente expresiva con sus manos y su rostro. Incluso parece toda una hazaña tratándose de él.

***

"Ay, pobrecito, pobrecito por ser mudo, qué pena". Cómo le enferma oír eso. No es como que le han cortado las manos... o las piernas. Realmente no considera la falta de su voz una desventaja, en realidad, se ha enfocado en el lado positivo de su situación: No tiene que responder a preguntas idiotas o siquiera molestarse en tener que refutar algún comentario ridículo de por ahí. No le interesa especialmente lo que ocurra a su alrededor, y si la gente quiere ser estúpida, allá ellos. No es frívolo, pero sí bastante distante. Tiene voluntad de hierro y sangre fría para poder soportar las vicisitudes de la vida, tantas como Dios decida mandarle. El tener sus cuerdas vocales en apagado permanente le ha enseñado a mantenerla bien encendida en lo que son los rincones de su mente respecta, así que tiene más que tiempo de sobra para reflexionar, sopesar y divagar sobre todos los aspectos de su vida. Tal vez vayan a confundirlo con una fantástica y jovial manera de ver el vaso medio lleno en el setenta por ciento de los casos, pero si bien Douglas no peca de fatalista, es consciente de que la realidad es una perra. No oculta los lados negativos de su vida o los niega de una manera insensata o absurda, sino que procura hallar el lado útil del inoportuno altibajo de la mejor manera que puede y sabe. Incluso se atreve a afirmar que desde que perdió la facultad del habla, su dedicación a la adquisición de nuevos conocimientos ha sido sencillamente admirable. Aunque por supuesto, eventualmente acaba cansándose de "oírse a sí mismo" todo el día, pues hasta el hombre más cuerdo podría perderla si se ve obligado a solo procurar que hay un único mundo exclusivamente habitado por él mismo. Y así como se niega a relacionarse con otros más de lo debido, se da por sabido que necesita de oír la voz de alguien más, cualquiera, de quien sea.
El no tener que dar explicaciones a nadie (en la mayoría de los desafortunados casos), le han vuelto alguien bastante brusco en sus maneras y formas de dirigirse a las personas. Aunque el muy desgraciado saber comportarse cuando debe, no es ningún necio. Si no tiene asuntos contigo, no tardará en cortarte de el rostro de la manera más monumental que existe. Siempre prefiere alejarse de los sucesos que le generan malos sentimientos, pues si bien su lema era, "Habla, primero por las buenas", ahora solo le queda por las malas. Es mudo, incapacitado del habla, no de darle una merecida patada en el culo a cualquier desgraciado que lo provoque (sinceramente, Dios les da el habla a los más hijos de perra). Pero tiene sentido de la ética y la moral, y por descontado no hará nada que no sea estrictamente necesario. Palabras necias le entran por un oído y le salen por el otro, un suspiro le ayuda a contenerse de hacer pendejadas, Douglas es una persona que detesta rebajarse... más de lo que lo hace la gente sería martirio. Considerar necesitado de ayuda de una manera extrema a Doug sería más que disparatado. Todos están en un grave error si creen que este hombre necesita que le lleven de la manita. El chico solo te deja caminar a su lado si vas con la idea de conocerlo, y no de servirle de bote salvavidas. Quiere mantener su independencia tanto como le es posible, y las cosas se dificultan bastante cuando obligatoriamente tiene que establecer relación con otras personas. Por ello mismo, por más huraño o flemático que parezca, Douglas tiene su propia forma de comunicarse, y es por el lenguaje corporal. Con una mirada, un respiro o con un casi imperceptible gesto, puede decirte exactamente lo que está pensando, y de la misma manera, saber que es lo que tú estás pensando. Se ha vuelto muy observador por ello mismo, y al mismo tiempo, muy expresivo con los gestos y con cualquier otro detalle que esté conectado a su vida diaria. Podrás saber que está cansado si ha sido descuidado con su pelo, su ropa o barba. Te percatarás que no está perdiendo la paciencia (esa que es conocida por abundar en él) si repiquetea constantemente el dedo contra cualquier superficie plana. Es un hombre que da prioridad a los hechos, muchísimo antes que a las palabras. Tu puedes decir una cosa, pero él no lo dará por sentado hasta verlo con sus propios ojos. La única excepción a la regla es su fe en Dios. No le sigue de una manera fanática, pero ha dejado en claro que necesita creer en algo muchísimo más grande que él y que todos, porque de lo contrario, la impotencia que le carcome el alma acabaría por matarlo.
Préstale atención. Comúnicate con él tanto como puedas, aprenderás una o dos cosas. Es a pesar de todo, un alma elocuente, no cabe duda que si su voz hiciera acto de presencia, Douglas se luciría con una manejo perfecto de la retórica. Tiene una imaginación volátil, viva, sincera, despreocupada y apasionada, tal y como él lo es.
Habilidades:
i. — The art of killing. (Duración: 2 turnos | Enfriamiento: 3 turnos )
Mezclando con grandes cantidades de azufre, puede manipular la tinta de hena que imprime en su cuerpo en forma de tatuajes con patrones variados. Dependiendo de la cantidad de tinta, podrá formar distintas armas, desde lanzas, cuchillos hasta cuerdas y otros objetos. Por lo general, los patrones que lleva en el cuello y brazos es suficiente como para crear una espada, de hoja fina pero muy peligrososamente afilada.
ii. — Toulouse. (Duración: 2 turnos | Enfriamiento: 3 turnos )
Es una invocación que encarna a un monstruo de dos metros y medio,
iii.
iv. — A devil's embrace.
(Habilidad exclusivamente interpretativa) Puede traerte el infierno en forma de pesadillas. No importará si estás despierto o dormido, ya sea en tus párpados o justo en la acera de enfrente, bajo tus pies o sobre tu cabeza, verás lo que te depara si en el fondo sabes que ya no puedes ir a misa por ser un malnacido.
Esta curiosa habilidad, permite a Douglas generar ilusiones que harán pensar al contrario que está en el mismo haberno, desde hacer aparecer una criatura horrorosa e infernal, hasta recrear el escenario y convertir edificios y calles en escombros consumidos por las llamas, con un estrambótico olor a azufre flotando en el aire. Serán simulaciones bastante realistas, donde todos los sentidos del contrario serán engañados para hacerle creer que lo que presencia es real.
Historia: Fue un chico bastante normal, incluso enérgico. De cierto modo mantuvo varios grados de egoísmo en su niñez, en especial cuando tenía un hermano con el que debía compartir absolutamente todo y eso lo cabreaba. Pero a medida que pasaba el tiempo, comprendía que su hermano se convertía en un hombre digno de respeto. Alguien del quien pronto, se sintió orgulloso. Sabía que a pesar de que sus padres eran bastante ausentes en lo que refería a ser cariñosos, podía contar con su hermano mayor. Diferían en muchas cosas, pero coincidían en otras tantas. Siempre se apoyaban el uno al otro, y eso quedó firmemente comprobado cuando aquél que era de su misma sangre sacó a la luz el secreto de que estaba enamorado de otro hombre, y de que, si todo salía bien, se iría con él. Sus padres comenzaron a mirarlo con otros ojos, pero bajo la mirada de Doug, nada había cambiado. Seguía siendo el mismo molesto y genial hermano de siempre. Incluso tuvieron su momento de rebeldía al mismo tiempo, solo que Douglas fue rebelde a un nivel prácticamente peligroso. Estuvo dentro de la mafia por unos años, intentando buscarle sentido a su vida. Aprendió variadas cosas, entre ellas, que esa vida no era para él. Luego de haber cumplido los dieciocho, gracias al Señor, descubrió que su verdadera pasión y vocación estaba en el arte. Sintió que no necesitaba más y que su vida al fin iba en subida. Cuatro años después conoció al amor de su vida gracias a su carrera, y juntos se mantuvieron por dos años. Tenían planeado casarse y pasar toda una vida juntos, sin embargo, doce meses después, Douglas se mudaba a Tokyo nada más que en compañía de su solitaria sombra, y sin la presencia de su añorada voz. Muchos dicen que ella murió, pues jamás se volvió a verla o hablar de ella siquiera. Douglas jamás se mostró comunicativo al respecto y en cambio se dedicó a su trabajo de lleno, pues juró no caer en el mismo abismo en el que estaba su hermano, al cual culpaba de ciertas situaciones que sucedieron allá en Alemania.
Extras:
— Puede manejar un perfecto lenguaje de señas japonés, por lo menos, en la mayoría de sus ciudades, al igual que también el de varias ciudades de Alemania.
— Dos de las cosas más importantes que aprendió en la mafia, fueron el parkour y la interesante habilidad de imitar los sonidos de gran variedad de aves.
— Siempre lleva consigo un rosario negro de madera.
Gustos: Por supuesto, el tipo nació para dibujar, para dedicarse de lleno a su arte, y es por descontado, lo que llena su vida, lo que él más ama e idolatra. Si está dibujando, ni te molestes, prácticamente entró en trance. Doug es sumamente dedicado con lo que hace, básicamente todo lo que haces es arte para él. Cocinar, organizar los muebles de tal o cual modo o escribir alguna cosa interesante. Disfruta de darle rienda suelta a su imaginación. Le gusta aprender siempre algo nuevo, piensa que de ésa manera se sintoniza de mejor manera con sus obras. La música es una fiel compañera a la hora de trabajar, sin ella probablemente estaría aún mirando un punto inexistente en el espacio. Por ello mismo intento aprender a tocar algún instrumento y halló en el acordeón a un muy buen amigo (cortesía de Adam Barker).
Le gustan los autos (en especial el suyo), los lugares amplios y prácticamente vacíos, el café (casi un adicto a él), los días nublados, el frío, y cualquier voz bonita a la cuál escuchar. Hacer ejercicio, mantenerse en forma y cuidar su salud.
Disgustos: Odia cuando la gente le pide explicaciones, o directamente, cuando son unos idiotas y cretinos. Con ellos solo habla un idioma, y es el de los puños. No soporta que le miren trabajar, que intenten husmear en obras no acabadas. No le gusta que le aborden en plan de creer que es débil, o que necesita ayuda (aún si así es). Odia la lástima de las personas, que la sientan por él le parece ridículo. Por supuesto, no le hace ninguna gracia que traigan a colación su pasado con malas intenciones, aunque no tiene problema alguna con platicar sobre él. No le gustan los problemas, que le anden buscando roña a propósito, lo que por desgracia, suele pasarle bastante.
No le gustan los día calurosos y húmedos, los lugares sucios y las cosas que carecen de higiene en sí, es un tanto un obseso de la limpieza. Igual odia no encontrar las cosas tal como las dejó, ya sea en caótico desastre o en un imperturbable orden.